jueves, 29 de diciembre de 2016

Evolución de la Ría de Bilbao

La transformación sufrida por la villa de Bilbao en la superficie no hubiera sido posible sin el enorme cambio que ha vivido bajo sus aguas. Aquella "cloaca" atravesando la ciudad como en la década de los 80, aquel cauce lleno de residuos, es hoy un estuario sano en el que habitan aproximadamente 20 especies acuáticas en su tramo bilbaíno. 



 En 1989 la sustancia que fluía por el cauce no podía recibir el nombre de agua.  Aquella situación hacía casi imposible la vida en la zona interior de la ría, mientras que en la zona media y exterior la fauna era muy escasa. Además, el olor que desprendía el agua era muy desagradable debido a la gran cantidad de bacterias fecales que se almacenaban en la ella. Por ello, el baño en las playas de la zona no estaba permitido. 




Contaminación
El estado "crítico" era el resultado de décadas de contaminación sin ningún tipo de control. A finales del siglo XIX Bilbao creó un sistema de saneamiento que consistía en una red de colectores que vertían directamente al cauce las aguas residuales. El sistema era avanzado para su época, sin embargo, fue incapaz de detener el crecimiento que sufrió la ciudad durante el siglo posterior. 
Los residuos creados por la industria pesada hicieron que el estuario se convirtiera en uno de los más contaminados de Europa. En los años de mayor actividad industrial, la ría de Bilbao llegó a recibir hasta 2.000 toneladas diarias de residuos, entre los que había ácidos, metales, compuestos cianurados y nitrogenados.

La eliminación de estos vertidos era necesaria para que el agua de la ría recuperara los niveles de oxígeno recomendados. En 1990, la red de saneamiento llevó esos residuos hacia plantas depuradoras iniciando el lento camino de la regeneración. 
En 2001 se puso en marcha el tratamiento biológico de las aguas residuales. Este tratamiento tenía la capacidad de eliminar hasta el 95% de la sustancia contaminante. Este tratamiento fue indispensable para que el estuario comenzara progresivamente a ser un lugar adecuado para la vida.


Recuperación de la biodiversidad
En 2002 se descubrieron las tres primeras especies de animales acuáticos en el fondo de la ría. Unos meses después de que se pusiera en marcha el tratamiento biológico. Aparecieron animales más resistentes a la contaminación, como el karramarro, la quisquilla gris o el cabuxino.
 En los años siguientes se encontraron anguilas y mubles y a mediados de la década descubrieron en la ría, a su paso por Bilbao, lenguados, platijas o mojarras. 

Final del tratamiento
El lecho se había regenerado rápidamente mejorando la calidad del agua. En 2006 el Consorcio de Aguas decidió no realizar el dragado de la ría porque remover los sedimentos contaminados podía poner en peligro la fauna, es decir, el Nervión sigue almacenando en su fondo el recuerdo de décadas de contaminación. La regeneración de las aguas se puede dar por acabada con éxito. Sin embargo, el estuario no ha logrado distanciarse tan fácilmente de su pasado ya que existe una gran pérdida de hábitats. Esto significa que arenales, dunas o marismas que hace años formaban el paisaje de las orillas del Nervión son, actualmente, irrecuperables. 



3 comentarios:

  1. Los que ya tenemos unos años hemos visto el cambio, y es notorio.Cuando eramos niños (y no tan niños) la ría tenía un olor característico y cambiaba de color en función de los vertidos que recibía. Por supuesto, la vida en ella era inexistente. Además, el entorno que rodeaba las dos orillas no tenía nada que ver con los paseos, jardines y edificios singulares que tenemos ahora.
    Paseando por su orilla me parece increíble su estado actual.....y eso que aún queda mucho por hacer.

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  2. La Ría en la actualidad no tiene "ni color" de lo que era, y nunca mejor dicho. Ni color, ni olor... afortunadamente el cambio ha sido espectacular. Aunque, como dices, más vale que no remuevan los fondos, porque de ahí pueden salir de nuevo cantidad de sustancias nocivas. Es cierto que ya nunca la Ría volverá a ser lo que fue en origen. Como todas las Rías o estuarios, debería tener sus zonas de marismas, arenales, etc. Y de hecho El Arenal bilbaino se llama así por ello...

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  3. Sin duda, cuántas veces no habremos escuchado hablar a nuestros abuelos acerca de lo sucia que estaba la ría y el cambio que ha sufrido durante los últimos años. Ahí detrás ha habido una gran labor de saneamiento realizada después de que Bilbao dejase atrás esa industria que tantos años mantuvo.

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